viernes, 11 de marzo de 2011

La vida en domingo perpétuo



Perlada de sudor tu espalda
beso,
es domingo
y el bajo vientre sacude
compulsivamente tu raiz
en mi ser desanimado,
angosto y muerto. 

Cerebro callado.

Es domingo
y el hastío despojado de vida
calla y se imagina en cruz,
de madera.
Cajas de cartón amontonadas
en el gris:
besos y versos,
sudor y deshonor:
Cien cañones y un sólo rumor
de mar
en nuestro poema de los niños
desaparecidos.
Es domingo y descansa
en paz. 

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