viernes, 31 de julio de 2009

A 600 kms de Billabona...


Es muy fácil verlo desde fuera. Siempre he dicho que el prisma es distinto desde dentro que desde mi casa a 600 kms de Euskadi. Yo soy un enamorado de Donosti (lo siento, nosin) y de Guipúzcoa en general. He veraneado algunos años de mi infancia en Billabona. A finales de los '70 y principios de los '80, les puedo asegurar que la tensión en la calle era mayor que ahora. Por mucha kale borroka posterior y manifestaciones a posteriori, mis recuerdos de aquella época están más impregnados de miedo que no los de los últimos años. Por mucho que se diga, el tablero es distinto. Los que apoyan a los asesinos siguen escondidos a pesar que todos saben donde están... siguen manifestando violentamente sus ideales y lo peor que puede ocurrir es que te señalen con el dedo bajo el grito de "españolista". Cuando eso ocurre, sea o no sea cierto, sufres por tus hijos, por tu esposa y por ti mismo. Sabes que vas a tener problemas: ruedas pinchadas, pintadas en la puerta de tu casa, conflictos varios... pasas a ser una persona estigmatizada. Los heroes están muy bien para leer sus aventuras en los libros o para ver sus peripecias en la Fox, pero no para vivir en el día a día. No consiento argumentos del tipo: "es que la gente no hace nada", "todos saben donde están y no les hacen nada". ¿Se acuerdan del incidente del muchacho que destrozó la herriko taberna tras haber sufrido los destrozos en casa de sus padres un día antes?: ese muchacho ya no vive en ese pueblo. No puede. Y cual es la solución?. ¿Un estado de sitio con el ejército entrando en las tabernas y en las casas de los sospechosos?. No, esa no es la solución.Yo sé que defiendo, y más en días como hoy, lo indefendible. El combativo sentimiento antiespañol está incrustado en una parte de la sociedad vasca y, de incomodidad con la situación actual en la mayoría: o bien por cuestiones políticas o bien por cuestiones sociales (es que no se puede vivir libremente y eso es incómodo de naricesporque los violentos tienen el poder de modificar la libertad de expresión del resto. El único camino está en las urnas. A esa sociedad se le debe un referendum de consulta de autodeterminación. Y si gana el no y siguen matando, entonces ya no queda ninguna argumentación sostenible por parte de los asesinos y sus encubridores. Serán mafia pura y dura, pero el ángulo de visión será distinto para muchos que ahora pueden tener la sensación que hay una agresión hacia ellos por una supuesta falta de libertad. En las últimas elecciones ya no ganó el PNV. Es un indicativo de lo que la mayoría quiere en ese trozo de tierra. Hay que acallar las voces que de momento se escudan en que como no ha habido referendum, insisten en que son una mayoría los que quieren la independencia. Perdiendo ese referendum es la única manera que se les termine el pseudodiscurso de nación oprimida. El estado español debe dar ese paso. Porque si por otro lado vence el lado independentista, se deben iniciar los pasos políticos hacia ese reconocimiento estatuario.Y si el resultado es igualado, habrá que plantearse otro modelo político en la zona. Pero no pueden existir x millones de personas en estado de apoyo sumergido a la rebeldía violenta. Eso hay que desactivarlo desde el brazo político de la sociedad.

viernes, 3 de julio de 2009

Infierno, de Patricia Melo


Infierno cuenta la carrera ascendente de Reinzinho en un barrio de chabolas de Rí­o de Janeiro. Desde muy niño, el chico sueña con ser un traficante de droga y muy pronto sus esfuerzos se ven recompensados, aunque para conseguirlo tenga que asesinar a quienes fueron sus amigos y traicionar el cariño de la única mujer que lo amó por lo que era y no por lo que podría llegar a ser. Tras el triunfo, llega la derrota y la inevitable huida hacia delante en busca de una dignidad imposible y de un afecto que ya ha perdido su razón de ser.


Hace un par de años compré esta maravillosa novela en la librería Negra y Criminal de Barcelona. Es una novela fantástica. Tanto desde la perspectiva de como cuenta las cosas hasta el propio mensaje de la novela. Es incomprensible como una obra de este perfil no sea conocida mientras enormes pestiños se nos cuelan en nuestras estanterías a través de la puerta del marketing.


En definitiva, no pierdan la oportunidad de leer este libro si cae en sus manos. Hoy mismo he visto que vuelve a estar disponible en La Casa del Libro tras mucho tiempo descatalogada.


A destacar por último el gran trabajo de la traductora de esta obra: Rita da Costa.