viernes, 11 de marzo de 2011

Autopoemas

AUTOPOEMA DEL AVISO (3/4/05) 

No romperá el alma 
tu voz 
tras los disparos apagados 
de la obsesión. 
No será dulce tu muerte 
ya que has jugado en exceso 
con ella; la has insultado, 
torturado y abandonado... 
pero ya sabes mi amor, 
que ella volverá 
una noche tranquila 
y húmeda... 
de puntitas y con los ojos 
rojos por el efecto 
de la cámara. 
Hasta ese día, 
duerme plácidamente. 
Lamento no disponer 
de un almanaque 
para avisarte... 

AUTOPOEMA DEL REGRESO EQUIVOCADO (11/4/05) (corregido) 

Deduzco que ya has llegado. 
Te he escuchado al entrar 
como dejabas las llaves, 
con un tintineo roto, 
sobre la mesa. 

Deduzco que ya has llegado. 
Desde mi cama 
he notado una ligera 
brisa que me ha devuelto 
al infierno de tu presencia. 

Deduzco que ya has llegado. 
En otro momento 
hubieras venido a besarme 
en los labios... 
esta vez, no. 

Deduzco que ya has llegado. 
Siento la profunda tristeza 
que te produce volver... 
esta ya no es tu casa... 
y tú lo sabes. 


AUTOPOEMA DE LA VIGILIA (14/4/05) 

Sueño que no despierto, 
que resto impasible 
entre alas pintadas 
y estúpidas almohadas 
que tampoco sueñan... 

qué tampoco?... 

me asusto y caigo 
depravadamente hacia un cielo 
irrisorio... 
cabizbajo, hago esfuerzos 
para abrirme los ojos; 
introduzco las yemas 
de mis dedos infantiles 
entre los párpados 
y retina (una ya la perdí 
al verte una madrugada). 
Fuerza. 
Dolor. 
Un párpado arrancado... 

Desperté!. 

Me inundó la oscuridad. 
Es noche cerrada... 

Ahora ya no duermo 
y no deseo otro estado... 

Llegará el día 
y veré la luz (así está escrito). 

Mientrastanto, duele... 
sólo eso. 
Duele. 

AUTOPOEMA DENTRO DEL ESPEJO ( 16/4/05) 

No veo manera alguna 
de abandonarte. 
Pinto libros y leo cuadernos 
en blanco. Este último color 
me preña repetidas veces 
(como si no le importara). 
Y así ando, embarazado 
de un color y en compañía 
de un desconocido... 

Amo 
en 
dos 
versos 
más 

callo 

Rotas las aguas, 
no queda más remedio 
que abandonar los niños 
a su suerte mediterránea. 

Mentí 
como 
nunca 
antes 
ya 
que 
no 
callé. 
(Ni 
amé) 

¿Y ahora qué?. Imagino 
que imaginas colores. 
Agarro todos los pinceles 
y pinturas; abro caballetes 
de agua de mar y espero 
tus dibujos en los ojos. 

Nada (De Carmen Laforet) 

Y ruego al destino 
que el cristal no se rompa 
ni se torne en espejo. 

Sé que todos miran fijamente 
los lienzos... acuchillan el blanco 
con filos de pupilas e ideas. 


están 
ahí, 
como 
siempre; 
Quietos. 

Detrás de tí... 

Míralos. 

AUTOPOEMA DEL TORMENTO INFANTIL (23/4/05) 

Estás detrás. Lo sé. 
Ya sabes que no debes 
buscar mis labios. 
Por tanto, tu y yo, 
lo sabemos todo... 
verdad? 

Me sigues. Me buscas. Me miras. 

Oigo los golpes 
que te arrastran 
hacia mi cuerpo. 

Lo quieres y recibes, 
encantada, el filo 
de la navaja en tu piel... 

Sangre 
Sangre 
Sangre 

Círculo de rectas: pasos cortos. 
Pero atras y herida. 

No quiero dar la vuelta. 
Aléjate de mí 
en este sentido 
que me atormenta. 

Vete Mamá! 

AUTOPOEMA DEL TATUAJE (25/4/05) 

Finjo que no lo miro... 
a pesar que mis pupilas 
reflejan sus líneas, 
lo finjo. 

No quiero 
que su forma se estampe 
en mis ojos miopes. No quiero. 

La espada de luz 
penetra, 
................................................................................ 
a pesar de mis ruegos, 
hasta la corteza cerebral. 

Una vez que cobijo 
la imágen en mi interior, 
alzo la más enérgica 
de las protestas 
quemando tu voz. 

Ahora llevo tu piel 
dibujada en mi deseo; 
sin ánimo de herirte..................................................... 
traspapelo todas mis ganas. 

AUTOPOEMA DE LA PRESENTACIÓN DE LOS CUATRO CABALLOS (26/4/05) 

El carruaje sobre charcos 
avanza hacia el espejo. 
Ocho ojos frente a ellos 
y un sólo destino... 

Alicia grita defendiendo 
su única propiedad; 
pero haciendo caso omiso 
cruzan su camino reflejado. 

Es lunes por la mañana en el alma 
rota...( ) 
pedazos y más pedazos 
de carne todavía latiendo 
yacen en el suelo germinado 
de desesperación... 

Perdona que no pregunte 
por los tuyos... 
sé que estan en este lado; 
por los tiempos de los tiempos... 
o sólo hasta mañana martes. 

(Mientras, los espejos 
vuelven a reflejar 
cuatro caballos huyendo... 
cuatro caballos regresando). 



A los caballos, portadores de los espíritus. 


AUTOPOEMA DE LA DESPEDIDA DE LOS CUATRO CABALLOS (28/4/05) 

Os han dicho alguna vez 
que el desencanto no sabe irse? 
Por ese motivo los caballos 
corren; para no dejarse atrapar. 

Un espejo es observado 
mientras actua de espectador. 
Mira con los ojos quietos, 
con el corazón embalsamado... 
mimetiza nuestras esperanzas 
y tus anhelos. 

Refleja un universo 
encabido en mi mundo. 

Ahora crucemos juntos 
a través de él. 
¿Tú que ves?, contéstame!. 
Necesito tu respuesta... 

quiero otro personaje. 

Los caballos llegaron 
siendo cuatro... 
Tras la noche, marcharon 
siendo tan sólo ocho. 

AUTOPOEMA EN SEIS PARTES (29/4/05) 


Camino sobre piedras 
pintadas de pétalos rojos. 

II 
Arranqué del río cuantas pude... 
todas volvieron al ombligo 
de su orígen... 
Esto me provoca 
un duro golpe de realidad 
(silogismo sencillo con elipsis): 
por tanto, estoy de agua 
hasta el cuello... nariz... ojos... 
me ahogo y muero. 

III 
El agua avanza y las piedras no. 
Desde la niñez fue así. 
Este elemento no merece 
más explicación que el de la lógica. 

IV 
Si yo morí dentro del agua, 
el reloj y mi existencia 
provocaran la transformación. 


No sé que soy, si agua 
o musgo en las piedras. 
Invento espejos para observar... 
caballos para los traslados 
y lectores con respuestas... 

VI 


AUTOPOEMA DE LA INVASIÓN (2/5/05) 

(Los sucesos) 

No hubo altos muros. 
Ni muertos. Ni heridos. 
Una sola víctima. Yo. 

No hicieron falta asedios. 
Sin armas, sin sangre, 
sin gritos, sin huerfanos, 
sin chantajes, sin ausencias, 
sin ideas, sin compasión. 
No ha sido una guerra. 
Ha sido un asesinato. 

(El enemigo) 

Machaca pétalos de amapolas 
para lograr aceites 
con que pintar mi agonía. 
Es cruel. Muy cruel. 
Excesivamente cruel. 
Viola mis entrañas cerebrales 
con un sólo gesto; 
no dispone de hierro forjado 
para hundirlo en mis sesos... 
tan sólo un egoismo 
duro, atroz... 

(El final) 

Bulle mi conciencia 
en medio de una noche 
negra y mediocre. 
No puedo dormir. 
Estoy tan vencido 
que mi verbo no obedece. 
Caigo sobre mis propios 
pies, rompiendo mis huesos. 
Accedo al libertinaje 
de la ideas vencidas. 
La organización queda rota. 
Ya no habrá más desfiles 
hasta que no pueda mirar 
mis ojos en los espejos. 

(La decisión en el final) 

Mis aliados no deben sufrir 
mi derrota. 
No les abandonaré 
hasta que no les devuelva 
mi intimidad. 
Esta regresará violada, 
hundida, moribunda, 
rota, apática, obcecada, 
hastiada, blanca y eliminada 
en su esencia de concepto. 

Entre todos deberan coser 
los rotos de mi bandera, 
fundir un nuevo mástil 
y defenderse, sin dudas, 
de mis ganas equivocadas. 


AUTOPOEMA DE LA MANTIS (11/5/05) 

Regresa la mantis. 
Quieta. 
Nos mira y mueve 
sus brazos-guillotina 
arriba-abajo (lentamente). 

Otra a nuestra espalda 
(espejo en el campo) 
y doblamos las víctimas 
(2 huyen). 

Silba el semicírculo 
cortando el aire, 
alma, 
cuello 
y nuestra vida rota 
cae al suelo inerte. 

Desaparece 
la asesina con media sonrisa 
deshecha entre su boca 
desaparece 

Nos levantamos. 
Recogemos los pedazos 
de espejo del suelo 
y seguimos nuestro camino. 

(Recuerda que debemos 
reconstruir el escudo-espejo) 
Hasta entonces, somos presa 
verdadera ante su sonrisa. 

AUTOPOEMA DE LA INCOMPRENSIÓN A LA MUJER (GENÉRICO) 23/5/05 (Corregido) 

Rojo intenso que llenas 
cuencas, propias y extrañas; 
¿dónde está tu fuente? 

Merodeo por tus ojos; 
ya colocados como por medición exacta, 
custodiando larga nariz mocosa. 
Punto sobre tu boca... 
tan repleta de ordenados dientes 
que tu sonrisa es un desfile militar. 







Huesos perpendiculares al suelo 
dan forma a la caja del amor 
para unos, simple músculo 
para todos los medio mortales. 
Como no!; alberga corrientes 
de aire que pararían en un suspiro 
todas las olas del Mediterráneo. 

Restos del conducto inicial 
de la vida y causante de tantos males 
según Freud en una mala existencia. 

( ) 

Largos alambres - deberías comer más - 
en paralelo formando un deseo al norte 
y diez uñas, bien cortadas, al sur. 

Qué preciosa eres!. Y, en cambio, 
no puedo describir tu cerebro... 
Desconozco que piensas, 
me pierdo en tus sueños 
y me desvelo en tus silencios. 


AUTOPOEMA DEL ABSURDO (23/6/05) (corregido) 

Callaré en el instante 
que el absurdo nos venza, 
a tí y a mí. 

Regresaré antes de irme; 
es promesa incumplida. 


AUTOPOEMA DE LA HUIDA CON PSEUDOPOETA (10/6/05) - Corregido 

Detras del aliento suave 
que deja el beso perdido, 
se esconde un triste misterio: 
seis cuerdas de guitarra 
por afinar nos dan el entorno 
sonoro de la pequeña escena; 
tres o cuatro disparos de pintura 
sobre el cuerpo blanco del lienzo 
nos ofrecen el alma del relato; 
una sola mirada, perdida al igual 
que Hansel y su hermana, predice 
que en la negra noche él regresará; 
unas ligeras motas de polvo sobre 
tus ojos modelan una lágrima 
resbaladiza que nunca caerá al mar. 
Detras de un sólo beso viene la cohorte 
de preguntas que jamás contestaré... 
pintaré escenas mientras huyes 
en brazos de otro pseudopoeta como tú. 
Espejo roto.

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